La estimulación prenatal
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La idea de la estimulación prenatal no es nueva. Desde que en los años 60
se comenzó a estudiar con animales de laboratorio, se han realizado
considerables progresos y en la actualidad se conocen mejor los mecanismos
que intervienen. Los conocimientos sobre este tipo de estimulación ya se
aplican a bebés desde hace más de una década, aunque no de una forma general
por el momento.
Pero, ¿qué es la estimulación
prenatal?
El momento en la vida de una persona en que su cerebro está en pleno
desarrollo coincide con la segunda mitad de su gestación. Estimularlo
correctamente en ese momento supondría una gran ventaja de cara a su futuro,
ya que permitiría actuar sobre la formación de su estructura neuronal justo
cuando es más maleable. Por desgracia, toda estimulación se lleva a cabo a
través de los sentidos, y un bebé en el vientre materno no es capaz de ver,
no puede ser tocado, y apenas si percibe gustos y olores. Pero a partir del
cuarto o quinto mes de gestación ya es capaz de oír sonidos.
El oído es el único sentido sobre el que se puede llevar a cabo la
estimulación prenatal, y en él se basa precisamente este tipo de
estimulación. Muchas sabréis que escuchar música clásica durante el embarazo
es bueno para el bebé. De hecho, así es, si bien la música no es el mejor
tipo de sonido que tu bebé puede escuchar. Para él resulta demasiado complejo
y lo escucha con muchos altibajos debido a la atenuación del sonido causado
por el líquido amniótico.
¿Por qué estimular tan pronto?
Se ha visto que tras los primeros diecisiete días de concepción, el feto
empieza a desarrollar las primeras conexiones sinápticas (conexiones entre
las neuronas), que determinarán la estructura de su cerebro. Asimismo, se ha
comprobado que la estimulación prenatal favorece el incremento de estas
conexiones sinápticas. Durante el octavo mes del embarazo, tu hijo dispondrá
de entre dos y tres veces más células nerviosas de las que cualquier adulto
pueda tener. Sin embargo, antes del parto más de la mitad de sus neuronas
habrán muerto y seguirán muriendo a un ritmo menor durante sus primeros años.
La muerte neuronal es un proceso totalmente normal, cuya causa parece
encontrarse en la falta de conexiones sinápticas que la neurona establece. Si
no existen estímulos, no se establecen conexiones, y la célula acaba aislada
y termina por morir. La idea de la estimulación es crear el mayor número de
conexiones posibles, disminuyendo con ello la muerte celular. Cuantas más
neuronas y conexiones tenga un bebé al nacer, mayor será su futuro potencial
de desarrollo.
¿Cómo se lleva a cabo?
La estimulación prenatal se basa en la repetición de sonidos que el bebé
puede percibir fácilmente. Sin duda, el sonido más habitual para un bebé
durante el embarazo es el latido del corazón de su madre. Se trata por tanto
de reproducir un sonido similar, pero no idéntico, que el bebé pueda captar y
comparar con el latido de su madre. Por otro lado y para favorecer la
estimulación, el sonido debe cambiar con el tiempo, de manera que el bebé no
se acostumbre a escuchar siempre lo mismo. Este ejercicio de comparación de
patrones auditivos y memoria se ha visto que favorece extraordinariamente el
desarrollo de conexiones sinápticas, reduciendo en consecuencia la tasa de
mortalidad neuronal.
La forma más sencilla de poner en práctica esta estimulación se basa en
el uso de equipos ya existentes, como el sistema que incorpora toda la
secuencia de ritmos necesarios durante el embarazo. Se ha comprobado que dos
sesiones de una hora al día son suficientes para proporcionar una buena
estimulación.
¿Tiene algún resultado?
Se han hecho diferentes estudios científicos sobre este sistema de
estimulación y los resultados han sido realmente sorprendentes y
satisfactorios. Por ejemplo, si en media un bebé es capaz de señalar cinco
partes de su cuerpo al mencionarlas hacia los 16 meses de edad, un bebé
estimulado es capaz de hacerlo a los 7 meses.
En general, se han observado mejoras en los siguientes aspectos:
Por otra parte, no se ha apreciado en ningún caso efectos secundarios
por este tipo de estimulación, ni a nivel físico, psíquico o social. Las
primeras experiencias datan de hace casi veinte años y los bebés pioneros,
hoy ya mujeres y hombres, fueron evaluados durante su infancia y juventud sin
observar más que las ventajas derivadas de la estimulación prenatal.
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La estimulación prenatal
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La idea de la estimulación prenatal no es nueva. Desde que en los años 60
se comenzó a estudiar con animales de laboratorio, se han realizado
considerables progresos y en la actualidad se conocen mejor los mecanismos
que intervienen. Los conocimientos sobre este tipo de estimulación ya se
aplican a bebés desde hace más de una década, aunque no de una forma general
por el momento.
Pero, ¿qué es la estimulación
prenatal?
El momento en la vida de una persona en que su cerebro está en pleno
desarrollo coincide con la segunda mitad de su gestación. Estimularlo
correctamente en ese momento supondría una gran ventaja de cara a su futuro,
ya que permitiría actuar sobre la formación de su estructura neuronal justo
cuando es más maleable. Por desgracia, toda estimulación se lleva a cabo a
través de los sentidos, y un bebé en el vientre materno no es capaz de ver,
no puede ser tocado, y apenas si percibe gustos y olores. Pero a partir del
cuarto o quinto mes de gestación ya es capaz de oír sonidos.
El oído es el único sentido sobre el que se puede llevar a cabo la
estimulación prenatal, y en él se basa precisamente este tipo de
estimulación. Muchas sabréis que escuchar música clásica durante el embarazo
es bueno para el bebé. De hecho, así es, si bien la música no es el mejor
tipo de sonido que tu bebé puede escuchar. Para él resulta demasiado complejo
y lo escucha con muchos altibajos debido a la atenuación del sonido causado
por el líquido amniótico.
¿Por qué estimular tan pronto?
Se ha visto que tras los primeros diecisiete días de concepción, el feto
empieza a desarrollar las primeras conexiones sinápticas (conexiones entre
las neuronas), que determinarán la estructura de su cerebro. Asimismo, se ha
comprobado que la estimulación prenatal favorece el incremento de estas
conexiones sinápticas. Durante el octavo mes del embarazo, tu hijo dispondrá
de entre dos y tres veces más células nerviosas de las que cualquier adulto
pueda tener. Sin embargo, antes del parto más de la mitad de sus neuronas
habrán muerto y seguirán muriendo a un ritmo menor durante sus primeros años.
La muerte neuronal es un proceso totalmente normal, cuya causa parece
encontrarse en la falta de conexiones sinápticas que la neurona establece. Si
no existen estímulos, no se establecen conexiones, y la célula acaba aislada
y termina por morir. La idea de la estimulación es crear el mayor número de
conexiones posibles, disminuyendo con ello la muerte celular. Cuantas más
neuronas y conexiones tenga un bebé al nacer, mayor será su futuro potencial
de desarrollo.
¿Cómo se lleva a cabo?
La estimulación prenatal se basa en la repetición de sonidos que el bebé
puede percibir fácilmente. Sin duda, el sonido más habitual para un bebé
durante el embarazo es el latido del corazón de su madre. Se trata por tanto
de reproducir un sonido similar, pero no idéntico, que el bebé pueda captar y
comparar con el latido de su madre. Por otro lado y para favorecer la
estimulación, el sonido debe cambiar con el tiempo, de manera que el bebé no
se acostumbre a escuchar siempre lo mismo. Este ejercicio de comparación de
patrones auditivos y memoria se ha visto que favorece extraordinariamente el
desarrollo de conexiones sinápticas, reduciendo en consecuencia la tasa de
mortalidad neuronal.
La forma más sencilla de poner en práctica esta estimulación se basa en
el uso de equipos ya existentes, como el sistema que incorpora toda la
secuencia de ritmos necesarios durante el embarazo. Se ha comprobado que dos
sesiones de una hora al día son suficientes para proporcionar una buena
estimulación.
¿Tiene algún resultado?
Se han hecho diferentes estudios científicos sobre este sistema de
estimulación y los resultados han sido realmente sorprendentes y
satisfactorios. Por ejemplo, si en media un bebé es capaz de señalar cinco
partes de su cuerpo al mencionarlas hacia los 16 meses de edad, un bebé
estimulado es capaz de hacerlo a los 7 meses.
En general, se han observado mejoras en los siguientes aspectos:
Por otra parte, no se ha apreciado en ningún caso efectos secundarios
por este tipo de estimulación, ni a nivel físico, psíquico o social. Las
primeras experiencias datan de hace casi veinte años y los bebés pioneros,
hoy ya mujeres y hombres, fueron evaluados durante su infancia y juventud sin
observar más que las ventajas derivadas de la estimulación prenatal.
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